Serigrafía vs bordado ¿Cuál es mejor para lo que necesitas?

A la hora de aventurarnos con un nuevo emprendimiento, el lanzamiento de un nuevo producto o servicio, o simplemente para reforzar la presencia y la imagen de nuestro negocio frente a los clientes cautivos y potenciales, los artículos promocionales son grandes aliados, principalmente las gorras, chalecos, camisetas, bufandas y toda prenda que el usuario pueda portar, ya que al llevarla puesta se convierten en embajadores de tu marca, validando a los ojos de quienes los ven que tu oferta es buena y vale la pena elegirte.

Así que si has decidido fabricar uno o varios lotes de estos productos para lograr que todo el mundo te conozca, o bien, para que sean tus propios colaboradores los que lleven con orgullo tus colores y logotipo mediante el uso de un uniforme, la serigrafía y el bordado son las dos principales opciones entre las que deberás elegir la técnica para plasmar tu mensaje en las prendas.

Aunque ambas opciones pueden producir un trabajo de calidad, cada una tiene sus ventajas y desventajas. Generalmente, el bordado se considera como una opción duradera, pues a través de los hilos imprime palabras y logotipos enteros y difíciles de difuminar, mientras que la serigrafía es más socorrida para vestir espacios grandes, como lonas, o lotes de miles de camisetas.

Decidir si el bordado o la serigrafía son adecuados para ti depende principalmente de tus propósitos, y luego, de tu presupuesto. Para ayudarte en esta labor, enlistamos los principales pros y los contras de cada uno de ellos:

  • El bordado: Podemos definirlo como el proceso de coser un logotipo o imagen en una tela. El bordado es una excelente manera de personalizar la indumentaria de la organización, ya que es limpio y nítido, logrando proyectar una imagen más profesional. Su durabilidad le otorga puntos extra, ya que si se borda correctamente, el trabajo no se desvanecerá ni se enganchará, aún tras lavados continuos.

 Debes tomar en cuenta que el bordado se convierte en una parte permanente de la tela de la ropa o prenda donde se trabaja. Así que a pesar de sus beneficios, esta no representa la opción ideal para todos los proyectos, principalmente porque suele ser más caro que la serigrafía, debido a que normalmente se paga por el número de hilos empleados. De hecho, esta es la razón por la que para llevar a cabo proyectos grandes, la mayoría de las organizaciones optan por la serigrafía.

  • La serigrafía: esta técnica utiliza tinta para imprimir tu logotipo desde una pantalla en el elemento que deseas personalizar. Cuando se trabaja correctamente, la serigrafía es muy duradera y luce bien. A diferencia del bordado que solo es posible de realizarse en telas, la serigrafía se puede trabajar sobre una variedad enorme de materiales, por ejemplo, para colocar el logotipo de tu empresa en bolsas de mano, tazas para servir café, camisetas, pelotas o bolígrafos. Además, la serigrafía es menos costosa que el bordado, por lo que como dijimos anteriormente, es ideal para trabajarla en grandes volúmenes.

Por otra parte, aunque la serigrafía puede trabajarse sobre una gran variedad de materiales, no funciona bien en los que son gruesos o difusos. Además, estos trabajos toman un poco más de tiempo en estar listos, en comparación con los proyectos de bordado, ya que para realizar serigrafía debe hacerse una pantalla personalizada de la imagen a imprimir para su diseño. Es principalmente este paso el que puede tomar algo de tiempo.

Como hemos repasado, cada proyecto, empresa y objetivos son diferentes. Tanto el bordado como la serigrafía ofrecen nobles beneficios, por lo que la decisión final dependerá de la conjunción de esos tres factores al interior de tu organización.